El DSM-V, la última versión del manual psiquiátrico internacional que contiene los criterios para diagnosticar los trastornos mentales, incluye trastornos como la pica, el trastorno por rumiación y el trastorno de la ingestión alimentaria de inicio en la infancia, dentro de los trastornos de la conducta alimentaria, a diferencia de la anterior edición, el DSM-IV, que los incluía dentro de los trastornos iniciados en la infancia o la adolescencia.
A continuación detallamos en qué consisten estos trastornos considerados, actualmente, trastornos de la conducta alimentaria:
La Pica es un trastorno que consiste en ingerir sustancias no nutritivas como, por ejemplo, arena o yeso. Es más habitual durante la infancia, y en algunos casos se presenta en niños que tienen autismo o un retraso mental.
Los criterios para diagnosticar pica son:
Este trastorno se caracteriza por regurgitaciones repetidas de alimento, que van del estómago a la boca, para volver a masticar. Estas regurgitaciones repetidas hacen incompatible el mantenimiento de un peso adecuado.
Los criterios para diagnosticar trastorno por rumiación son:
Este trastorno implica un rechazo a la alimentación y variaciones extremadamente caprichosas de lo que es una conducta alimentaria normal. Puede acompañarse de trastorno por rumiación.
Los criterios para diagnosticar trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia son: