La sociedad ha adoptado una premisa falsa de que el cuerpo es "infinitamente moldeable". Esta premisa la han promovido en gran parte los sectores de la industria de la estética y la alimentación, creando la falsa expectativa al consumidor cada uno tiene el cuerpo que quiere y que si el quiere cambiar debe consumir sus productos. Sin embargo, está comprobado científicamente que el cuerpo de una persona es muy difícil de modificar, y la mayor parte de la figura corporal de una persona viene determinada genéticamente
Actualmente, se asocia el ideal de belleza de cuerpo delgado con un cuerpo saludable, y este con experiencias de éxito y el acceso a oportunidades.
El camino para promover un cambio de valores vinculados a la apariencia física es el de buscar y promover la asociación entre una buena salud y estereotipos de éxito y nuevas oportunidades.
Fomentar la salud para obtener el éxito es una vía realista que puede reducir las conductas de riesgo que adoptan los adolescentes. Este nuevo enfoque puede basarse en la asociación de comportamientos que fomenten la salud y la obtención de éxito personal.
Se ha constatado que hay un cierto rechazo hacia las personas con obesidad, como consecuencia de la promoción de un determinado tipo de estereotipos. La sociedad tiende a atribuir a la persona con obesidad la responsabilidad de su sobrepeso, que se apoya en la falsa creencia de que el cuerpo es infinitamente moldeable.