“Alrededor del 75% de las personas que presentan un alto riesgo de sufrir un trastorno del comportamiento alimentario presentan niveles muy bajos de autoestima”
La autoestima de una persona depende también de la imagen que tiene de su cuerpo. El grado en que el aspecto físico afecta al nivel de autoestima está influenciado por el valor que la sociedad atribuye a la obtención de una determinada imagen física, normalmente asociada a la juventud y a la delgadez.
El objetivo es evitar la promoción de mensajes que sugieran la falsa creencia de que el bienestar emocional y psicológico, así como la aceptación social, guardan
relación sólo con el aspecto físico. Mensajes que asocien la delgadez al éxito social o de otras más directas del tipo: “Si cambias tu aspecto físico, si adelgazas, te sentirás mejor”, “Cuidar la estética hará que tengas más aceptación social”, “Si no lo haces, te sentirás mal“, son ejemplos de esta asociación ampliamente extendida y atentan contra la autoestima de las personas.
Todo aquello que relaciona el bienestar emocional y psicológico de las personas y su aspecto físico pasa por aceptar este aspecto como una característica más de la
persona, no la única.