Se acaba de publicar el DSM-V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), la última versión del manual psiquiátrico internacional que los expertos en salud mental utilizan a la hora de diagnosticar un trastorno mental. Esta versión actualizada incluye algunos cambios en los criterios para diagnosticar un trastorno de la conducta alimentaria.
Los principales cambios son los siguientes:
Estos cambios son útiles porque permiten realizar un diagnóstico más preciso de la enfermedad. Con los criterios anteriores (los del DSM-IV), el diagnóstico más habitual era el de Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado, por lo que era más difícil describir la sintomatología predominante en la persona afectada. Un diagnóstico más preciso facilitará un tratamiento más cuidadoso también.
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